Mayo lleva en sí, como fuerza de aguacero que florece la tierra, momentos inolvidables que nos acompañan. Es el tiempo de celebraciones muy entrañables: los cincuenta y ocho años de nuestra Oficina, los ciento dos del natalicio de Celia Sánchez Manduley y los treinta y nueve del sello editorial, que ahora lleva su nombre.
Es, a la par, mes de aniversario de combates, como los sesenta y cinco de aquel que dio la mayoría de edad al ejército de rebeldes. Precisamente, el documento de archivo en esta oportunidad está relacionado esa fecha; se trata del acta original de liberación de los prisioneros de Uvero, indicada por Fidel y tomada por Celia.